lunes, 25 de octubre de 2010

La verdadera perfección y sentido de la "ilusión"

Ya hemos explicado a grandes rasgos la conformación ilusoria de la realidad, o en términos de los físicos, "universo holográfico". Hemos mencionado que luchar contra dicha ilusión es inútil. Lo es, porque la existencia implica ilusión, proyección de los deseos y las ideas sobre un espacio-tiempo a nuestro alrededor.
Hay otro sentido de la palabra ilusión, y es más importante. Ilusión, o en sánscrito "maya" significa "lo que no es". Se aplica entonces no solamente a la ilusión sensorial, sino también y más propiamente a la percepción en sí. La percepción es un acto complejo. Sentir, usar los cinco sentidos para recabar información del contexto, del afuera, es sólo el primer paso. Existe un segundo nivel. Ya hemos explicado esto en parte: algunas personas no han pasado del mundo de los sentidos, viven para ellos. Otros se hallan al nivel de la mente. Vamos a explicar un poco esto, pero no demasiado.
La mente es una pequeña máquina. Está diseñada para servir como instrumento de recogida de datos, procesamiento de esos datos, y devolución de resultados. El procesamiento tiene varios aspectos tales como análisis (diferentes clases de análisis), comparaciones, ordenación, mezcla, creación, síntesis... Además de todo esto, que son procesos cognitivos, está la conexión entre la mente y los sentimientos, que es otro complejo que no voy a explicar ahora. Básicamente, los sentimientos son el opuesto de los pensamientos. Lo "mental" es propiamente "masculino" o "hemisferio izquierdo del cerebro" (tomen esto como meras categorías, nada más); lo "emotivo" es "femenino" o "derecho", también se puede entender lo emotivo como "del corazón". Así que vemos personas puramente "mentales", puramente "sentimentales" y mezcla de los dos. Recordemos que somos todos partes de un todo. Así que cuando estamos actuando como procesadores de información, ya sea a nivel mental o sentimental, estamos cumpliendo una función en ese todo. Así como si fuéramos partes de un cuerpo gigantesco, cósmico, digamos en este momento yo estoy siendo como una neurona o centro neuronal que procesa información, analiza, expone, para ustedes. Y ustedes están actuando como receptores de información, escuchando atentamente lo que digo (¿es así?) :p
El todo está aprendiendo esto, a través de mí produciendo este conocimiento en este momento, a través de otros leyendo lo que produje. ¿Pero cuál todo? Obviamente, aquél todo que no sabía esto... Si existe una persona absoluta o suprema, como se concibe en las religiones, esa persona no necesita aprender esto, El o Ella ya lo sabe... por el contrario somos nosotros los que necesitamos aprenderlo... Dejaremos abierta esta cuestión por ahora...
Algunos investigadores en neuropsicología y afines se plantearon un día que, al final de cuentas, lo que permanece son las ideas. Nosotros somos, al fin y al cabo, una especie de computadoras refinadas. Por ejemplo una computadora, uno le ingresa información, ella la procesa, exhibe algunos resultados en pantalla u otro dispositivo... Hace esto por un tiempo, hasta que "muere" (se torna obsoleta); pero entonces, aunque la computadora ya no es más útil, la información queda. Simplemente la pasamos al disco de la siguiente computadora y sigue... A esto lo llamaron el "gobierno de los memes" o "la eternidad de los memes". Entendían por "memes" una idea o grupo de ideas con cierto potencial, que perduraban en el tiempo usando diversos medios de soporte físico, y entre estos meidos de soporte físico ¡estamos nosotros! En otras palabras, somos receptáculos y transmisores de "memes" o ideas. Las ideas pueden durar siglos, incluso todo el tiempo del universo (por ejemplo las ideas de caos y orden son ancestrales). Nosotros duramos apenas unos momentos en comparación con ellas, y de hecho ellas parecen "usarnos" para su perpetuación... Así que después de todo, ¿nosotros creamos a las ideas o ellas nos crean a nosotros?... inquietante pregunta, pero nos permite reevaluar nuestra posición en el universo. Evidentemente, no somos los reyes del universo.
Este habernos creído y seguir creyéndonos como el centro del universo, o en otras palabras, DIOS, este autoendiosamiento nuestro, es un tipo de ilusión y uno muy muy grave. Es de hecho la esencia de nuestra errada actitud hacia la naturaleza y la existencia y que nos está llevando -o quizás nos estaba llevando- hacia nuestra autodestrucción (o sea, a tener que empezar todo de nuevo, "game over").

A ver, a ver, dirán los más perspicaces: ¿no nos habías dicho que, todos unidos, éramos "dios"? Bien, debo desvelar cómo funciona mi enseñanza: el conocimiento tal como yo lo entiendo es una espiral: primero entendemos "blanco versus negro", luego avanzamos a través de otros temas, luego completamos el círculo, pero ya estamos más arriba, entonces, el mismo tema, pero esta vez, es "blanco y negro". Otra vuelta y ahora hay grises en medio, otra más y hay colores, otra y aparece la luz no visible (infrarrojos y ultravioleta)...
Ahora hemos descubierto un nuevo elemento que no comprendíamos: el mundo de las ideas no está ahí para que, manejándolo, controlemos la realidad... por el contrario, hasta parece la relación opuesta: las ideas nos manejan, nos utilizan como meros transmisores en una lucha de ellas entre sí por la supremacía.
Porque si se observa atentamente, estas ideas se oponen entre sí, entonces ellas luchan por expandirse a costa de sus opuestos. El orden quiere ordenar todo, el caos quiere desordenar todo... y nosotros en el medio, nos "afiliamos" al orden o al caos, y estamos dispuestos a dar la vida por ellos... ésta es la patética realidad de la humanidad hasta no hace mucho tiempo y aún hoy, todavía... e iré más lejos: si es que existen los semidioses y los demonios, ellos están en el mismo juego, sólo que con "juguetes" de alta tecnología, tales como rayos y armas divinas...

En otras palabras, hemos creado un mundo que ahora es nuestro Amo. Nos hemos sometido a esclavitud a nosotros mismos... eso, queridos lectores, es la verdadera perfección y sentido de la "ilusión".

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